En vísperas del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, el Centro Sira y La Comuna Presxs organizan el acto “50 años de impunidad”, una jornada para mirar hacia atrás y analizar las consecuencias de medio siglo sin justicia para las víctimas del franquismo
A 50 años de la muerte de Francisco Franco, los crímenes cometidos durante la dictadura continúan sin haber sido juzgados. Asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, exilio, represión sexual y de género, robo de bebés y otras violaciones sistemáticas de derechos humanos permanecen impunes.
Con motivo del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de Tortura, el martes 24 de junio se celebró en el Teatro del Barrio el acto “50 años de impunidad”, organizado por La Comuna Presxs y el Centro Sira, con el objetivo de visibilizar la persistencia de esta injusticia y reforzar la demanda de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para las víctimas.
A través de la mesa redonda “Romper la impunidad del franquismo desde una mirada psicojurídica”, moderada por Paula Pof, de Agencia Turba, diversas expertas del ámbito jurídico, psicológico y social reflexionaron sobre las heridas aún abiertas que deja la impunidad y los desafíos pendientes para construir una memoria democrática real.
Tras la presentación de más de 115 querellas en todo el Estado español, Jacinto Lara, abogado de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), destacó que, gracias al impulso de las organizaciones memorialistas y la sociedad civil, “algo se está moviendo” en materia de memoria y justicia. En España se han admitido a trámite hasta seis causas relacionadas con crímenes franquistas, un avance que hace apenas unos años parecía impensable.

De izq. a dcha.: Carlos Serrano (La Comuna Presxs), Gabriela López (Centro Sira), Paula Pof (Agencia Turba!), Jacinto Lara (CEAQUA) y Daniel Canales (Amnistía Internacional).
Lara celebró la imputación de Rodolfo Martín Villa —ministro de Relaciones Sindicales durante la dictadura— y de Daniel Aroca, miembro de la Policía Armada, por su presunta vinculación con la muerte de Teófilo del Valle. Además, subrayó la relevancia histórica de que, en mayo de 2023, por primera vez un juzgado español tomara declaración a una víctima y a una testigo de torturas durante el franquismo: Julio Pacheco y Rosa García. “Estamos hablando de resoluciones judiciales que, a día de hoy, siguen siendo excepcionales, pero tenemos que seguir avanzando”, afirmó.
Carlos Serrano, de La Comuna Presxs, valoró la admisión de las querellas como “un balón de oxígeno muy fuerte” tras tantos años de esfuerzo. “Para nosotros, las querellas son una herramienta política fundamental en la lucha contra la impunidad del franquismo”, afirmó. No obstante, advirtió que, pese a los avances en la difusión de la memoria democrática y la movilización social, sigue existiendo una amenaza latente en los gobiernos conservadores, que ponen en riesgo estos logros y cuestionan el sentido de la historia. En este sentido, Daniel Canales, de Amnistía Internacional, señaló que actualmente existe una suerte de idealización del régimen franquista, que se explica “por no haberse implementado desde el Estado una política decidida para establecer una verdad sobre esa etapa tan oscura de nuestro pasado”.

Carlos Serrano (La Comuna Presxs).
La querella argentina como herramienta contra la impunidad
Uno de los ejes centrales del acto fue la Querella Argentina, la causa judicial internacional que desde 2010 investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura franquista y la Transición. Más de quince años después desde su impulso inicial, este proceso sigue siendo una vía clave para las víctimas que aún no han encontrado justicia en el Estado español. Actualmente, siguen imputadas 13 personas vivas en esta causa, entre ellas el exministro durante la dictadura, Rodolfo Martín Villa.
Las ponentes coincidieron en destacar la eficacia simbólica y jurídica de la querella, no solo por los avances judiciales conseguidos, sino también por su capacidad para poner en tensión al Estado español en el plano judicial, legislativo y social. “Todo este recorrido ha servido para hacer pedagogía, para poner encima de la mesa que luchar contra la impunidad es absolutamente imprescindible”, afirma Jacinto Lara.

Jacinto Lara (CEAQUA).
Los impactos de la tortura durante la dictadura franquista
Otro de los ejes clave de la jornada fue el análisis de los impactos psicológicos y físicos de la represión franquista. Desde 2017, el Centro Sira ha elaborado informes periciales en más de 26 casos de tortura ocurridos durante la dictadura, aplicando el Protocolo de Estambul como herramienta de evaluación. Por ello, en representación de la entidad, la psicóloga Gabriela López Neyra viajó hasta Buenos Aires para aportar nuevas pruebas periciales en el marco de la Querella Argentina. La delegación de CEAQUA buscaba así reforzar el procedimiento judicial con nuevos elementos que permitiesen avanzar en las imputaciones contra responsables del régimen.
Durante su intervención, López compartió algunas de las conclusiones extraídas de los informes, subrayando que la mayoría de las personas evaluadas tenía entre 18 y 26 años al momento de su detención. Muchas de ellas eran estudiantes y vieron interrumpidas sus trayectorias personales y académicas. Las técnicas de tortura documentadas incluían golpes, amenazas de muerte, simulacros de ejecución, privación sensorial y ataques sistemáticos a la identidad personal. Según los datos recogidos, el 90 % de las víctimas reporta haber sido sometido a actos humillantes, el 70 % a prácticas que provocan vergüenza, y el 80 % describe el periodo de detención como “una batalla física y psicológica contra su propio cuerpo”.

Carlos Serrano (La Comuna Presxs) y Gabriela López (Centro Sira).
Obstáculos y desafíos en la lucha contra la impunidad
La mesa redonda concluyó con una reflexión colectiva sobre los principales obstáculos que enfrentan hoy las organizaciones y movimientos que luchan contra la impunidad del franquismo. Los ponentes coincidieron en que, a pesar de los avances, persisten importantes resistencias institucionales y retos estructurales.
Uno de los aspectos más relevantes señalados en el cierre de la mesa fue el debilitamiento del sistema internacional de derechos humanos, lo que limita seriamente la capacidad de ejercer presión judicial y política sobre los Estados. “Estamos asistiendo a un genocidio televisado que el Derecho Internacional está demostrando ser incapaz de evitar. Hoy por hoy, es un reto seguir planteando que el cumplimiento del derecho internacional es una obligación para los Estados”, advirtió Daniel Canales, de Amnistía Internacional. En ese contexto, subrayó también la escasa voluntad del Estado español para aplicar las recomendaciones de los organismos internacionales y avanzar en investigaciones judiciales sobre los crímenes cometidos durante el franquismo.
También se subrayó la falta de una movilización social sostenida y masiva, aunque se reconocieron avances en la toma de conciencia colectiva. “Es un obstáculo que nos está costando, pero yo creo que con el tiempo lo vamos a conseguir”, afirmó Carlos Serrano, de La Comuna Presxs. “Uniéndonos creo podremos romper el muro de la impunidad”, concluyó.


