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En 2015, Nahuel, activista del grupo anarquista vegano “Straight Edge”, llegó a pasar hasta 14 meses en prisión preventiva en primer grado, antes de ser absuelto junto a sus compañeros. Tras su denuncia, el Estado debe ahora indemnizarle con 54.650 euros

Aportamos a su causa un informe pericial que acredita los daños que le supuso la detención, la prisión indebida y el aislamiento en prisión

La Audiencia Nacional obliga al Estado a indemnizar a Nahuel, activista del grupo anarquista vegano “Straight Edge”, tras haber pasado 16 meses en prisión por delitos que no cometió.  El joven fue uno de los anarquistas detenidos en noviembre de 2015 en una operación que tenía por objetivo “desmantelar” a su colectivo. Sus miembros estaban acusados tanto de haber colocado explosivos en los cajeros de dos sucursales bancarias, como de “apoyar” a través de redes sociales ataques contra la policía.

Nahuel, que tenía 26 años en el momento de su detención, llegó a estar internado 16 meses hasta en 5 centros penitenciarios distintos. Por estar acusado de pertenecer a una banda armada, se le aplicó Régimen FIES 3 (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento), que permite el aislamiento o el confinamiento solitario. Nahuel pasó temporadas en aislamiento que implicaban 22 o 23 horas al día dentro de la celda; solo se le permitía tener los enseres mínimos de uso diario y tuvo graves dificultades para acceder a una dieta vegana.

La sentencia reconoce el agravio que supuso para el activista permanecer en aislamiento

En marzo de 2017, casi un año y medio después de su detención y ante la falta de evidencias, Nahuel fue puesto en libertad provisional a la espera de juicio. En julio de 2018, los 6 miembros del colectivo “Straight Edge” fueron absueltos. Como recoge el diario Público,  la jueza Carmen Lamela, en aquel momento al frente del Juzgado Central de Instrucción N.º 3, no logró recabar los indicios del delito de terrorismo que imputaba al colectivo.

Ahora, la Audiencia Nacional ha condenado a la administración a indemnizar al joven con 54.650 euros, por el tiempo que pasó encerrado acusado de terrorismo, pese a ser inocente. La sentencia reconoce el agravio que supuso para el activista permanecer en aislamiento; el impacto negativo que tuvo para su imagen y honorabilidad el haber formado parte de un caso tan mediático; y los daños psicológicos que acredita el informe pericial aportado por nuestro Centro.

Impactos psicosociales

La prisión indebida no solo tuvo consecuencias para Nahuel, sino que también impactó de manera grave en su familia. A raíz de su entrada en la cárcel, esta tuvo que afrontar una serie de gastos para los que no tenía capacidad económica. Entre otros, la familia tuvo que hacer un esfuerzo económico extraordinario para costear sus visitas, por los continuos traslados a los que era sometido el joven. Además, la familia también tuvo que soportar el estigma, por la mediatización del caso.

El paso por la cárcel también supuso para Nahuel perder una serie de vínculos afectivos y muchas dificultades para establecer nuevos. El activista también señala que como consecuencia de su huella digital y su vinculación con la causa, fue rechazado en diversas ofertas de empleo.

Como consecuencia todo lo anterior, el joven sufre un Trastorno de Estrés Postraumático complejo, que le conlleva un sufrimiento severo durante un largo periodo y con afectación en el funcionamiento y a nivel relacional. La desconfianza, la pérdida de interés, de motivación y de proyección, son también consecuencia del tiempo que permaneció en prisión, pese a ser inocente.

El Centro de Atención a Víctimas de Malos Tratos y Tortura Sir[a]
es una red de apoyo terapéutico, jurídico y psicosocial
especializado en contextos de violencia.

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